domingo, mayo 06, 2007

Promesas incumplidas


Me felicito. Sigo siendo la misma de toda la vida y para variar la pizarra está vacía, como el diario, como mis cuadernos, como mis blogs...¿como mi mente?

Me temo que sí.

Yo le pongo buenas intenciones, pero si fuera creyente diría que el Señor me dotó de poca voluntad, mira qué fácil lo tienen éstos que le pueden echar la culpa a otro de las carencias propias.

Mi mente es como una lavadora escacharrá, da vueltas y vueltas pero los trapos siguen sucios y además nunca los saco de ahí, cosa que no es muy sana, así que a partir de hoy por ejemplo

Prometo No Prometer Nada

La mejor táctica es no esperar nada de uno mismo

No sirve de nada
Pero no da estrés, que es algo que está mu de moda en estos días

1 comentario:

rous dijo...

cierto es, viva la NADA, la más absoluta NADA. no esperar para encontrar. Viva las mentes desordenadas que no entienden de órdenes artificiales.
escribes genial, cuando la poca voluntad -que dices que tienes- te lo permita, ¡síguelo haciendo! ¡un beso!