jueves, octubre 03, 2013

Deriva

Buscando algo por fin, después de pasar angustias, peleas conmigo misma, castigos, aislamiento hasta conseguir pararme porque no estaba aquí.Pero ya me tengo que ir.
Un Día de la Marmota eterno

jueves, mayo 16, 2013

Me siento podrida
..desde entonces no ha pasado nada y ocurrió de todo.
Muchos acontecimientos pero lo mismo palpitando dentro, falta de...
Me rehuyo en los procedimientos, me escapo quemando el tiempo en las teclas que no dicen nada, en los lápices que no se gastan nunca, en los bolígrafos que siguen su deriva de bolsillo en bolsillo sin dejar huellas..agua que no desemboca.

lunes, octubre 05, 2009

qué dificil reencontrarse con los recuerdos...Un día mi mente decidió olvidar, cerrar compuertas y quemar el momento. A veces, muy de vez en cuando, me topo con una carta, una foto, un objeto que no puedo ignorar, que me obliga con su presencia a mirar más allá de la nada y descubro que no puedo llorar, no puedo llorar, no puedo llorar, no puedo llorar. Las palabras escritas son tan duras, tan insoslayables que yo quiero ignorarlas, mis ojos las leen pero mi corazón se niega a recogerlas, como si no entendiese el lenguaje en que están escritas. Sin embargo me alegro de dejar constancia de mis miserias, eso no lo quiero olvidar, mi infinita miseria, el presente es miserable, no hay nada épico en él, nada heroico, nada profundo, me idiotizo cada día más y, sobre todo, no puedo llorar.

domingo, julio 12, 2009

DESAYUNO


Me pasa algo un tanto curioso con el desayuno, digo un tanto curioso porque es una forma recurrente de iniciar un escrito, también podría haber dicho un tanto estúpido o un tanto obvio o no decir tanto, que ya de por sí reúne todas estas cualidades. A lo que iba: Desayuno. Me pasa algo con la idea de desayuno. Creo que es una de las representaciones ideales que más placer me producen, alguien dice “desayuno”, y más rápido que inmediatamente mi cerebro me lanza una imagen rodeada de sensaciones agradables que me hacen sentirlo como una experiencia maravillosa, completa e inalterable. Un momento de éxtasis...pero nunca he disfrutado de un desayuno tal y como me lo imagino. De hecho, nunca he apreciado ese momento especialmente, nunca me he parado a pensar de qué elementos está compuesta esa imagen ciega que se reproduce en mi interior y, por tanto, nunca me he preparado uno así.

En el desayuno de mi imaginación hay zumo de naranja, que nunca me he tomado para desayunar, y también hay un mantel blanco y una tetera blanca y más vajilla, aunque ya no sé decir cuál, puedo suponer cuál es, pero no afirmar con certeza que es éso lo que “veo””; el fondo del cuadro es una difuminada vidriera que deja que se vea el prado con un verde traspasado de luz.

Supongo que he visto muchos anuncios.

Supongo que mi imaginación no da mucho de sí.

Pero creo que lo que realmente genera en mí esta impresión sugestiva es que todo ocurre en un nanosegundo, TODO, y cuando sucede en el mundo real, que desayuno, mi desayuno ideal acusa los accidentes del tiempo, pasan los segundos y las tostadas se enfrían, la mantequilla te pringa los dedos, el café no tiene suficiente azúcar y el tiempo sigue pasando y alterándolo todo... mi ansia inconsciente por reproducir el deleite que mi mente tiene registrado como auténtico placer del desayuno no me deja disfrutar del desayuno real, así que la fantasía que persigo no se basa en la experiencia, esta situación de desayuno frustrado me ocurre todos los días desde que tengo uso de razón y tiempo para desayunar y, sin embargo, oigo la palabra desayuno y mi imaginación empieza a volar otra vez, incansable...

domingo, junio 07, 2009

qué difíciles son las palabras, me siento enlatada, coño con las palabras...

martes, abril 28, 2009

warum, warum...




y cuando me preguntan que
qué he aprendido en el contacto con la cultura alemana,
les contesto que a jugar al futbolín...beber cerveza ya sabía
no sé qué me da más miedo,
que me abandone el sueño
o que haya una invasión en ellos
todo esto por no hacer lo que se supone que debo hacer ("se", qué mentira)

lunes, abril 27, 2009


Me acuerdo ahora de que en el instituto hicimos una noche un pasaje del terror.
Queríamos sacar dinero para ir de viaje de fin de estudios y era la moda, acababan de poner en el Tívoli el pasaje del terror y para unos chavales de 13 años esto era la novedad del año.
Nos salió un recorrido muy guapo, con todos los personajes de película de los 80 y los que se nos ocurrieron, cerdos, deformes y hasta un cristo que se arrancaba de la cruz. Sobre la mesa del profe pusimos a la niña de El Exorcista y todo el pasillo lo forramos con bolsas de basura.
Recuerdo que queríamos hacer un cerdo de verdad pero como no había mucho presupuesto por no decir ninguno, me fui a la carnicería de mi barrio y Ani la carnicera me trajo del matadero la cara de un cerdo. Al principio ni me atreví a tocarla directamente, era una densa capa de carne real, con su cogote, las orejas, los huecos de las cuencas de los ojos, el hocico, la boca. Estuvimos pensando qué hacer con ella, colgada no hacía mucho efecto, la gente iba tan atropellada que ni siquiera reparaba en la imagen de esa cara colgada. Probando, probando, se nos quitó el asco y la careta comenzó a rodar de mano en mano, hasta que concluimos que lo mejor era ponérsela...una cara sobre una cara, esa carne roja muerta cubriéndote...

sábado, abril 25, 2009

¿Qué te pasa?
Nada
¿Nada? Algo te pasa...
Pues eso, nada.Nada es lo que me pasa; yo quiero que me pase algo
¿Algo?
Sí, algo
¿Qué es algo?
No sé...algo, algo
a l g o, algo, ALGO ¿qué es eso de algo?
Algo no es nada...
...
no sé..n o-sé. No sé lo que me pasa...

viernes, abril 24, 2009

Merodeo estéril Merodeo estéril Merodeo estéril ¿por qué esta bola no explota?¿por qué no vomito? Por lo menos sería algo

viernes, octubre 31, 2008

http://reventado.blogspot.com/


Las armas están aquí,
y
ya
NO
van a desaparecer
jamás...






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martes, agosto 05, 2008

“Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover”. Mark Twain

miércoles, mayo 28, 2008

martes, abril 08, 2008

LESIONES INCOMPATIBLES CON LA VIDA Angelica Liddell

A los hijos que no voy a tener.
No quiero tener hijos.
No quiero ir más lejos.
Soy una epidemia de resentimiento.
No quiero tener hijos.
Es mi manera de protestar.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo renuncia a la fertilidad.
Mi cuerpo es mi protesta contra la sociedad, contra la injusticia, contra el linchamiento, contra la guerra.
Mi cuerpo es la crítica y el compromiso con el dolor humano.
Quiero que mi cuerpo sea estéril como mi sufrimiento.
Mi cuerpo es mi protesta.
Mi cuerpo es mi pesimismo.
Gracias al pesimismo puedo hacerme preguntas.
Alguien debe quedar en medio de los hombres haciéndose preguntas.
Alguien debe quedar en medio de la esperanza haciéndose preguntas.
Alguien debe quedar como un idiota.
Alguien debe quedar como excremento.
Alguien debe fracasar definitivamente.
La ausencia de hijos me ayuda a ser excremento y a fracasar.
Los adultos saltan por encima de mi vientre liso agitando sus hijos como banderas.
Como si el mal hubiera desaparecido del mundo.
Los exhiben como si la inteligencia hubiera triunfado por fin sobre el mundo.
No confío en un futuro mejor.
Las familias se comportan con soberbia pensando que su prole va a ser distinta;
Que sus hijos nunca van a traicionar como nosotros hemos sido traicionados.
Que sus hijos nunca a van a dañar y a ser dañados.
Que los reveses de la vida sin duda van a ser menores.
Que sus hijos jamás van a ser culpables de nada.
Mi cuerpo es mi protesta contra las grandes esperanzas de los padres.
Mi cuerpo es mi protesta contra las grandes pretensiones de los padres.
No quiero pasar por ese estado de necedad transitoria.
No quiero que mi resentimiento se interrumpa.
No quiero dejar de pensar en la injusticia.
No quiero aportar nada al mundo salvo mi profundo horror por el mundo.
Tal vez ésa es la razón por la que no quiero ser madre.
Mi cuerpo es mi protesta.

miércoles, marzo 12, 2008

B S R T B C J

Angustia por qué no te vayas no
me dejes sola
abre los ojos abrázame dios
no
existe hijo de puta

yo lo quiero tengo un embudo
en el corazón
solo quiero estar tirada

y aparecer sobre
la
arena
de una playa

miércoles, enero 30, 2008

Construção - Chico Buarque, 1971

Amó aquella vez como si fuese última,

Besó a su mujer como si fuese última,
Y a cada hijo suyo cual si fuese el único,
Y atravesó la calle con su paso tímido.

Subió a la construcción como si fuese máquina,
Alzó en el balcón cuatro paredes sólidas,
Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico,
Sus ojos embotados de cemento y lágrima.
Sentóse a descansar como si fuese sábado,


Comió su pobre arroz como si fuese un príncipe,
Bebió y sollozó como si fuese un náufrago,
Danzó y se rió como si oyese música
Y tropezó en el cielo con su paso alcohólico.

Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro,
y terminó en el suelo como un bulto fláccido,
Agonizó en el medio del paseo público.
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito.

Amó aquella vez como si fuese el último,
Besó a su mujer como si fuese única,
Y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo,
Y atravesó la calle con su paso alcohólico.

Subió a la construcción como si fuese sólida,
Alzó en el balcón cuatro paredes mágicas,
Ladrillo con ladrillo en un diseño lógico,
Sus ojos embotados de cemento y tránsito.

Sentóse a descansar como si fuese un príncipe,
Comió frijoles con arroz como si fuese el máximo,
Bebió y sollozó como si fuese máquina,
Danzó y se rió como si fuese el próximo
Y tropezó en el cielo cual si oyese música.

Y flotó por el aire cual si fuese sábado,
Y terminó en el suelo como un bulto tímido,
Agonizó en el medio del paseo náufrago.
Murió a contramano entorpeciendo el público.

Amó aquella vez como si fuese máquina,
Besó a su mujer como si fuese lógico,
Alzó en el balcón cuatro paredes fláccidas,
Sentóse a descansar como si fuese un pájaro,
Y flotó en el aire cual si fuese un príncipe,
Y terminó en el suelo como un bulto alcohólico.

Murió a contramano entorpeciendo el sábado.

Por ese pan de comer, por ese suelo para dormir.
Un registro para nacer y un permiso para reír.
Por dejarme respirar y por dejarme existir.
Dios le pague.

Por esa grapa de gracia que tenemos que beber.
Por ese humo y la desgracia que tenemos que toser.
Por los andamios de gente para subir y caer.
Dios le pague.

Por esa arpía que un día nos va a adular y escupir.
Y por las moscas y besos que nos vendrán a cubrir.
Y por la calma postrera que al fin nos va a redimir.
Dios le pague

miércoles, enero 23, 2008

LA HUELLA


Miguel salió de su casa como cualquier otro día, despreocupado y sin muchos motivos para estar ni enfadado, ni contento, tenía que hacer unas cuantas cosas aunque aún no había decidido en qué orden las iba a llevar a cabo, lo pensaría por el camino.

La noche anterior había llovido en la ciudad y esa mañana las aceras estaban mojadas. Miguel atravesó la carretera y llegó hasta el otro lado de la calle donde comenzaba un destartalado parque de barrio con aspecto abandonado; tenía varias filas de árboles que intentaban simular una alameda sin mucho éxito, la mayoría de ellos estaban secos y con ramas tronchadas, no habían tenido la oportunidad de crecer mucho, un seto rodeaba el alargado parque y servía de frontera con la acera. Completaban la estampa algunos bancos de madera llenos de inscripciones y desperdigados por el recinto y un grupito de columpios oxidados que aún mantenían gotas de la lluvia nocturna.

El día acompañaba en todo al desamparo que inspiraba el parquecillo, el sol estaba cubierto por unos nubarrones grises y corría algo de viento. Miguel se adentró en el parque y empezó a caminar por él sin prisa, con las manos en los bolsillos y mirando sin ver las puntas de sus zapatillas de deporte (la abuela siempre le reprendía por ello y le decía que andara con la cabeza erguida), divagando. De pronto, se fijó que en el albero húmedo aún que cubría esa zona se dibujaban unas huellas de calzado que le antecedían y le resultaban familiares. No empezó a sorprenderle este hecho hasta que comprobó que curiosamente estaba haciendo inconscientemente el mismo recorrido que iban marcando las huellas, entonces, divertido, se paró y se giró.
"Casualidades de la vida", pensó al ver que al andar precisamente había colocado sus zapatos sobre las huellas, de modo que parecía que una sola persona había pasado por allí. Miguel se volvió y siguió adelante, de repente paró otra vez, sin terminar de saber por qué se entretenía en algo tan nimio. Miró los pasos que había dado y se dió cuenta de qué era lo que le extrañaba. Las huellas que quedaban tras él eran idénticas a las que había delante, formaban la misma figura y sus zapatos coincidían exactamente con los del anónimo paseante que caminó antes que él por este mismo sitio.

Continuó su paseo un poco más aprisa, mirando estupefacto cómo, sin proponérselo, su pisada se dirigía automáticamente hacia el molde que había en la arena, una y otra vez, un paso tras otro, llegando al otro extremo del parque; ahora eran las baldosas de la calle las que recogían una marca de tierra estampada por suelas de goma, igual a la suelas de sus zapatillas. Miguel volvía la mirada constantemente hacia atrás, ya no le hacía tanta gracia la situación, que cuanto más se alargaba se tornaba más extraña. Esta coincidencia estaba durando demasiado para serlo, así que cuando dobló la esquina Miguel ya estaba un tanto nervioso.

Al alzar los ojos unos metros hacia delante quedó petrificado, las pisadas se iban atenuando paulatinamente para después resurgir esta vez formadas por el agua de un charco que había en la acera. Decidió cambiar el rumbo, giró a la derecha y pasó entre dos coches pero las huellas ya se habían adelantado y marcaban esta precisa bifurcación del camino proyectado. Corrió por ellas cruzando la carretera y rápidamente volvió a cruzarla en sentido inverso, pero ellas ya estaban allí. Miguel empezó a sentir miedo, "un miedo ridículo" pensaba, pues no sabía muy bien si aquello era una jugarreta de su propia imaginación, que estaba llegando más lejos que de costumbre o si pasaba más allá de su mente, en el mundo real. Continuó corriendo cada vez más, intentando amagar los pasos dibujados en el pavimento en el último segundo, la gente se detenía a observarle pensando que era un chiflado, él saltaba a la pata coja, luego con ambos pies, como si estuviese jugando en los cuadrados de tiza que pintan los niños en las calles...trazaba curvas, saltaba sobre los coches, incluso se colgó en las espaldas de un transeúnte que ya tenía dibujada una marca de zapato en su pantalón.

"Esto es demasiado", Miguel salió despavorido, el pánico le empezaba a ahogar, todo era tan esperpéntico que no se le ocurría nada para frenar la situación. Se quitó los zapatos pero ahora las huellas eran de la tela mojada de sus calcetines y unos suaves óvalos se distinguían entonces en el suelo. Se paró, las huellas le indicaban que tarde o temprano echaría a andar, o a correr, o... Sólo le quedaba una posibilidad de escapar de los pasos marcados. Con determinación entró en uno de los portales y subió al ascensor, con los ojos cerrados pulsó uno de los botones sin saber a qué planta correspondía, atravesó en dos zancadas el rellano sin mirar al suelo, subió el primer tramo de escaleras hasta el descansillo y allí se encaramó al ventanal.

Durante unos segundos estuvo tentado de mirar si las huellas habían adivinado a qué piso iba a subir o si las habría burlado pero estaba seguro de que no podrían seguirle en este recorrido. Con una sonrisa autosuficiente se lanzó al vacío desde la ventana; lo último que vió fue una mancha de sangre desparramada ya en la calle. Lo que los forenses no pudieron determinar fue la planta desde la que Miguel se lanzó.
No encontraron ninguna huella.

domingo, enero 20, 2008



Soy yo, mi mano izquierda también soy yo, mis pelos del culo soy yo, la uña curvada de mi dedo gordo del pie soy yo, cada uno de mis pezones soy yo
y todo mi gran culo también soy yo;
mi barbilla, y el rojo de mis ojos, y los dos hoyuelos soy yo
y hasta el filo de mi colmillo derecho soy yo;
el olor de mi coño y de mis axilas y mi mismísimo aliento soy yo,
todas las líneas quebradas de mis manos,
mi barriguita y mis codos con su carne arrugada y ajena,
mi clavícula salida soy yo, los huesudos anillos de mi pescuezo soy yo, mis castigadas rodillas, mis labios apretados soy yo y también todos mis pliegues, todos mis poros y todo el vello que se extiende anárquicamente por mi cuerpo soy yo...

jueves, enero 17, 2008

Carros de fuego violeta recorren las calles desiertas lanzando crepitantes reflejos en pupilas dilatadas Vacío y...ruido como la fracción de silencio tras la explosión ruido y vacío Diagonal de cuadros de ajedrez se desenrosca en forma de trapecio polvo brillante suspendido navegando entre la luz El largo pasillo sostiene una atmósfera tibia de casa andaluza Una maceta en uno de los ángulos un portón de cristal esmerilado al fondo catalizando los rayos que son despedidos hacia el rectángulo de cuadros colocados en diagonal yo sentada en un lado del pasillo intento agarrar un ramillete de flores de luz y partículas microlunares un rayo las radiografía las descubre invadiendo el espacio emparedado por este túnel rectangular paredes altas techos amarillentos una caja de fotos de motas de polvo con luz dislocada a través de un cristal apompado como una infección una infección me habita me paraliza me vuelve gris o me revela a mis ojos que siempre siempre siempre fui gris Incluso plasmar esto supone una ocultación un escepticismo Porque eres cobarde porque no eres capaz de ir al espejo y decir eres de puta madre esperas que te lo digan a ti otros si otros para sentirte bien Qué bonito hacer un ridículo favor a una persona agradecida aunque sea falsamente agradecida formalmente agradecida da igual lo evidente que sea la pantomima porque tu parte baja te traicionará caerá a pesar de saber y aún peor creerás saber y te engañarás a pesar doble estupidez y doble satisfacción Egocentrismo

Escaparate

Hoy voy a permitirme un poco de ejercicio autocompasivo y a lamerme las heridas un ratito (si no, ¿para qué coño colgué este blog?); son las tres de la mañana y aún siento una bola de hierro en el pecho, tengo la impresión de no tener fuerza en los brazos, los músculos de mi cara no tienen ganas de moverse, quieren adoptar una actitud de esfinge pero la verdad es que me siento vulnerable, pobre, vacía, plana, incapaz y triste (yaa, ya sé que me pongo muy dramática, que no es pa tanto, pero ¿qué dije al principio?).

Esta noche, y tal vez desde hace algunos días (pero hoy lo noto con especial fuerza), tengo una maraña de emociones no declarada hecha con un poco de todo, y ninguna es agradable. Supongo que es así como se siente una cuando algo que te importa no sale como te gustaría que llegara a ser.

Nunca, nunca había tenido esta sensación antes.

Antes no me importaba un carajo lo que hacía, y todo resbalaba por la película de indiferencia con la que asistía a mi propia existencia, lo miraba todo con una cierta distancia, como a través de un escaparate; cada uno defiende su maltrecho corazón como puede. A veces, me descubro otra vez escurriendo el bulto por las esquinas, con la puñetera máscara puesta en la cara y en la conciencia para no ver lo que va mal en mí, otras, al más puro estilo escarlataohara-miraparaotrolado-y-piénsalomañana; pero alguna vez topa uno con su propio estercolero mental y emocional y, tarde o temprano, te embarga.

Hoy pongo el corazón, y me duele. Mañana será otro día, pero esta noche estoy en el agujero, y al final casi que siento una sádica alegría de experimentar esto, no es cómodo y no sé cómo, pero espero que esto me ayudará a crecer, a conocerme, a superarme y sobre todo y aunque no consiga nada sopesable, a luchar; para luchar tiene que haber adversidad.
Supongo que también intento racionalmente procesar y quitarle importancia al hecho porque sé que no tiene entidad como para generar angustia, sería vergonzoso reconocer esto frente a los problemas "reales". Pero los sentimientos son caprichosos, y no entienden de escalas de valores, y estas pequeñas cosas también forman parte y alteran mi mundo, y sintiéndolo mucho, mi estado de ánimo. Y mejor será reconocerlo que aplicar cubitos de hielo para insensibilizar la zona. He dicho y resumiendo: ESTOY JODIDA CONMIGO MISMA.

martes, enero 08, 2008

Hope There´s Someone

Espero que haya alguien que cuide de mi
Cuando muera, cuando me vaya
Espero que haya alguien que libere mi corazón
Que le guste sostenerlo cuando esté cansado
Hay un fantasma en el horizonte

Cuando me vaya a la cama
¿Cómo podré dormir al llegar la noche?
¿Cómo descansará mi cabeza?
Oh, estoy espantado del lugar que hay

Justo entre la luz y ninguna parte
No quiero ser el elegido
Allí abandonado, allí abandonado
Hay un hombre en el horizonte
Que desea que me acueste
Si sucumbo a sus pies esta noche
Permitirá que descanse mi cableza
Así que hay una esperanza de que no me asfixie
O de que quede paralizado por la luz
Y como un regalo caído del cielo, no quiero irme
Al final del horizonte.
Espero que haya alguien que cuide de mi

Cuando yo muera, cuando yo parta
Espero que haya alguien que libere mi corazón
Y que me abrace cuando esté cansado…

domingo, diciembre 09, 2007


Mil ojos para ver la brutalidad del mundo..y también la poesía...

"Al fin y al cabo la grandeza del arte resida tal vez en la tensión perpetua entre la belleza y el dolor, el amor humano y la locura de la creación, la insoportable soledad y la agotadora multitud, el rechazo y el consentimiento"
Albert Camus.
Un tipo listo.

jueves, noviembre 15, 2007

ando perdida
en el charco
otra vez
....
viejos nuevos tiempos

PODREDUMBRE

QUÉ MIERDA MÁS GRANDE...

domingo, octubre 07, 2007

Parálisis Permanente

Las cortinas están echadas, pero algo de luz filtrada a través de ellas se pega a las paredes, contagiándoles un verde más pálido que el de las finas telas de este salón y, sobre ese fondo, se refleja en el cuarto el parpadeo de luces que dispara el aparato de televisión como un caleidoscopio.
El sonido de la calle llega amortiguado y en la habitación pesa una atmósfera fabricada de humo, basura y mi olor corporal envasado desde hace setenta y dos horas en ella. Tengo la sensación de estar en una pecera.

No ha llamado nadie.
No ha venido nadie.
No tengo ganas de que aparezca nadie.
El único motivo que me impulsa a moverme del sillón es la visita al cuarto de baño, ineludible.El tiempo pasa igual que el sonido de un proyector de películas, clac-clac-clac-clac…no parece que vaya a terminar nunca de pasar-no-avanzar así, monótono, uniforme y tan uniforme que no importan cinco minutos más iguales a los anteriores. Nada indica que sea otro momento distinto, he vivido todo este tiempo el mismo momento resbalándose entre las horas, sólo han cambiado las imágenes de la tele y esa variación es lo que hace que todo sea igual que hace un rato, igual que el rato siguiente.
La televisión encendida atrae mi mirada como un imán, no puedo fijar la vista en otro punto y, mientras tanto, pienso que no pienso en nada, las ideas discurren aletargadas, diluidas y vacías como pompas, como los colorines que salen de la tele y aparecen y desaparecen en las paredes del salón. No ha pasado nada en mi vida que me haya llevado a quedarme aquí, precisamente eso, nada pasa en mi vida que me impulse a ir a otra parte, a salir de este salón.
Podría hacer algo, A-L-G-O. Y ése es otro problema, porque si realmente quisiera hacer algo, no pensaría en ello sino que querría hacer algo concreto, es más lo estaría haciendo, que ya no hacer algo es por eso ALGO. Así que he llegado a la conclusión de que me estoy mintiendo y que estaré aquí cinco minutos más, y luego otros cinco y así hasta que surja en mí alguna iniciativa que venza mi actual apatía…aunque aún no sé a favor de cuál me decantaré; al final yo decido pero ¿y si no lo hago?¿Seguiré aquí, tirada en el sillón o me levantaré como un resorte para hacer lo que se me ocurra?
No quiero pensar en por qué optaré entonces, quiero escoger sin pensar, instintivamente, por eso sigo en este estado vegetativo mirando la televisión e intentando dejar la mente en blanco sin que se crucen siquiera pensamientos tan fútiles como éstos. Como un lama deja en suspenso su espíritu y voluntad en los paisajes del Tibet, yo me abandono a los bucólicos anuncios de compresas, a los filmes basados en historias reales y rodados en zona residencial americana, a las pupilas giratorias de Marujita y las echadoras de cartas rubias oxigenadas de la cadena local.
Todos me hipnotizan.

Todos me importan un bledo.
Encima de la mesa hay un revoltijo de envoltorios de plástico, restos de comida, vasos con posos resecos de café y colillas amontonadas en un cenicero donde ya no se ve la frase “Recuerdo de Galicia”; sobre este panorama una chica con dientes de un blanco imposible me recomienda una pasta dentrífica desde la pantalla de la tele. Deben ser alrededor de las seis, está comenzando una película del oeste y eso sí que no, aunque cuando enciendo este maldito aparato ya soy incapaz de apagarlo y me comporto como una autómata, no soporto las historias de indios y vaqueros; cambio de cadena, anuncios, esto ya está mejor, programa de “actualidad”: sucesos escabrosos, crónica del corazón, moda y testimonios de gente desconocida.
Me pregunto qué hago yo aquí, delante de la tele, dejando pasar las horas indolentemente, escuchando la vida de otros y sin hacer nada por la mía…

martes, octubre 02, 2007

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martes, julio 31, 2007

TABAQUERÍA


No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones del mundo que nadie sabe quién es
(Y si supieran quién es, qué sabrían?),
De ahí para el misterio de una calle cruzada constántemente por gente,
Para una calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposíblemente real, cierta, desconocídamente cierta,
Con el misterio de las cosas por debajo de las piedras y de los seres,
Con la muerte por la humedad en las paredes y pelos blancos en los hombres,
Con el Destino conduciendo la carroza de todo por la avenida de nada.

Estoy hoy vencido, como si supiera la verdad.
Estoy hoy lúcido, como si estuviera para morir,
Y no tuviese más hermandad con las cosas
Que una despedida, tornándose esta casa y este lado de la calle
La hilera de vagones de un convoy, y una partida silbada
De dentro de mí cabeza,
Y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos en la ida.

Estoy hoy perplejo, como quien pensó y creyó y olvidó.
Estoy hoy dividido entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
Y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

Fallé en todo.
Como no hice propósito ninguno, tal vez todo fuera nada.
El aprendizaje que me dieron,
Descendí de ella por la ventana de los fondos de la casa.
Fui hasta el campo con grandes propósitos.
Pero solo encontré allí hierbas y árboles,
Y cuando había gente era igual a la otra.
Dejo la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?

¿Qué se yo de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? ¡Pero pienso tanta cosa!
Y hay tantos que piensan ser la misma cosa que no puede haber tantos!
¿Genio? En este momento
Cien mil cerebros se conciben en sueño genios como yo,
Y la historia no marcará, quién sabe?, ni uno,
Ni quedará más que estiercol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay enfermos locos con tantas certezas!
Yo, que no tengo ninguna certeza, ¿soy más cierto o menos cierto?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no-buhardillas del mundo
No hay en este momento genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas -
Sí, verdaréramente altas y nobles y lúcidas -,
Y quién sabe si realizables,
Nunca verán la luz del sol real ni hallarán oidos de gente?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
Y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado mas que Napoleón.
He abrazado a un pecho hipotético más humanidades que Cristo,
He hecho en secreto filosofías que ningún Kant escribió.
Mas soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
Aunque no viva en ella;

Seré siempre el que no nació para eso;
Seré siempre sólo el que tenía cualidades;
Seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta,
Y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
Y oyó la voz de Dios en un pozo ciego.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Que me derrame la Naturaleza sobre la cabeza ardiente
Su sol, su lluvia, el viento que me descubre el cabello,
Y el resto que venga si viene, o tenga que venir, o no venga
Esclavos cardíacos de las estrellas,
Conquistamos todo el mundo antes de levantarnos de la cama;
Pero nos despertamos y es opaco,
Nos levantamos y es ajeno,
Salimos de casa y es la tierra entera,
Más el sistema solar y la Via Láctea y el Infinito.

(Come chocolates, niña;
Come chocolates!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que los chocolates.
Mira que las religiones todas no enseñan más que la confitería.
¡Come, niña sucia, come!
Si yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso y, al quitar el papel de plata, que es de hojas de estaño,
Dejo todo por el suelo, como hube dejado la vida.)

Pero al menos queda de la amargura de lo que nunca seré
La caligrafia rapida de estos versos,
Pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero al menos consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
Noble al menos en el amplio gesto con el que lanzo
La ropa sucia que soy, sin lista, hacia el transcurrir de las cosas,
Y quedo en casa sin camisa.

(Tú que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
O diosa griega, concebida como estatua viviente,
O patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
O princesa de trovadores, gentilisima y colorida,
O marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
O célebre cocotte del tiempo de nuestros padres,
O no sé qué moderno - no concibo bien qué -
Todo eso, sea lo que fuere, que seas, si puede inspirar que inspire!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco
A mí mismo y no encuentro nada.
Llego a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las veredas, veo los coches que pasan,
Veo los seres vivos vestidos que se cruzan,
Veo los perros que también existen,
Y todo esto me pesa como una condena al destierro,
Y todo esto es extranjero, como todo.)

Viví, estudié, amé y hasta creí,
Y hoy no hay mendigo al que no envidie solo por no ser yo.
Miro a cada uno de los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca vivieras ni estudiaras ni amases ni creyeras
(Porque es posible hacer la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
Tal vez hayas existido apenas, como un lagarto a quien cortan la cola
Y que es cola más acá del lagarto agitadamente.

Hice de mí lo que nosupe,
Y lo que podía hacer de mí no lo hice.
Vestí un disfraz equivocado.
Pronto me tomaron por quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise sacar la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando me la quité y me vi al espejo,
Ya había envejecido.
Estaba borracho, ya no sabía vestir el disfraz que no me había quitado.
Tiré lejos la máscara y dormí en el vestuario
Como un perro tolerado por la gerencia
Por ser inofensivo
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.

Esencia musical de mis versos inútiles,
Quién me concediera encontrarte como algo que yo hiciese,
Y no quedase siempre frente a la Tabaquería de enfrente,
Calzando la conciencia de estar exisitendo,
Como una alfombra con la que un borracho tropieza
O un felpudo que los gitanos robaron y no valia nada.

Pero el Dueño de la Tabaquería llegó a la puerta y se quedó en la puerta.
Lo miró con la incomodidad de la cabeza mal girada
Y con la incomididad del alma mal-entendiendo.
Él morirá o yo moriré.
Él dejará el letrero, yo dejaré los versos.
A cierta altura morirá el letrero también, y los versos también.
Después de un tiempo morirá la calle donde estuvo el letrero,
Y la lengua en que fueran escritos los versos.
Morirá después el planeta girante en que todo esto ocurrió.
En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como gente
Continuará hacienco cosas como versos y viviendo por bajo de cosas como letreros,
Siempre una cosa frente a la otra,
Siempre una cosa tan inútil como la otra,
Siempre el imposible tan estúpido como lo real,
Siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño de misterio de la superficie,
Siempre esto o siempre lo otro o ni lo uno ni lo otro.

Pero un hombre entró en la Tabaquería (¿a comprar tabaco?),
Y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me enderezo a medias, enérgico, convencido, humano,
Y voy a intentar escribir estos versos en que digo lo contrario.

Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
Y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos.
Sigo el humo como una ruta propia,
Y disfruto, en un momento sensible y adecuado,
La liberación de todas las especulaciones
Y la consciencia de que la metafísica es una consecuencia de estar malhumorado.

Después me echo hacia atrás en la silla
Y sigo fumando.
Mientras el Destino me lo conceda, continuaré fumando.

(Si me casara con la hija de mi lavandera
Tal vez fuera feliz.)
Visto esto, me levanto de la silla. Voy a la ventana.

El hombre salió de la Tabaquería(¿guardando el cambio en el bolsillo del pantalón?).
Ah, lo conozco, es Estevez sin metafísica.
(El Dueño de la Tabaquería salió a la puerta.)
Como por un instinto divino Estevez se dio vuelta y me vio.
Me señó adiós, le grité Adios Oh Estevez!, y el universo
Se me renconstruyó sin ideal ni esperanza, y el Dueño de la Tabaquería sonrió.

Álvaro de Campos 15-1-1928

martes, junio 26, 2007

una intuición me corroe,
una imagen que no logro esclarecer me corroe,
un momento que quiero congelar y diseccionar me corroe...
¿un deseo,
una persona,
una voz,
una mirada...unos ojos que quiero volver a ver...?

domingo, junio 10, 2007

El autobús avanza por un paseo tristemente iluminado, las farolas arrojan una luz amarillenta que deslumbra en su núcleo y apenas llega a dibujar un círculo en la acera, los edificios han adoptado un tono gris monocorde, el del maquillaje del humo de los coches y, desde mi asiento en el viejo autobús, veo huir a la luna llena entre los ventanales de los oscuros bloques de cemento, fragmentada y ondulada, como si olas silenciosas hubiesen conquistado las paredes de la avenida.
El contraste del exterior con la potente y aséptica luz del autocar crea la extraña sensación de viajar dentro de una nevera, en un escaparate volante. Cierro los ojos y dos estelas amarillas fosforescentes me persiguen en la oscuridad de mis párpados.
Un rugiente vacío anega mi ánimo, me dejo llevar por la renqueante marcha del autobús, el mismo recorrido, el mismo silencio ahogado de almas solitarias deseando tocarse…

Fagocitados, decrépitos, renqueantes,
estupefactos, hirsutos, tuberculosos,
emponzoñados, vomitivos, adamitas,
babeantes, untosos, regurgitantes,
redivivos, sátrapas, andróginos,
sardónicos, furibundos,
anatematizadores,
queromaníacos,
abyectos, crispados,
cochambrosos,
corvos, desorbitados,
grasientos, retorcidos,
sarnosos, nauseabundos,
harapientos,
aull
an
t
e
s
p
e
n
s
a
m
i
e
ntos
mios<<

martes, mayo 29, 2007

...Ya pasó la tormenta....

Hoy me asomo al mundo y lo veo de otro color, sin puntos suspensivos, siempre me dieron rabia y me descubro utilizándolos a cada momento.
Dejo correr el tiempo de nuevo, pero sin un aullido ahogado en el estómago, deteniéndome en las franjas de luz que el sol dibuja en la acera, hundiéndome en el sueño...ahjjj aquí están otra vez...danzad, danzad, malditos putos puntos...

domingo, mayo 27, 2007

Día de Acción de Gracias. 28 de noviembre de 1986, de Vía Muerta


" Gracias por el pavo y las palomas mensajeras, destinados a ser cagados a través de las tripas de los americanos.
Gracias por todo un continente que hemos asesinado y hemos envenenado.
Gracias a los indios que nos proporcionan algo de peligro y de reto.
Gracias por las grandes manadas de bisontes, por matarlos, sacarles la piel y dejar que se pudra.
Gracias por los trofeos de lobos y coyotes.
Gracias por el sueño americano, por divulgar y falsificar hasta que el fraude salga a la luz.
Gracias por el Ku Kux Klan, por los policías que matan negros y se los apuntan en su cuenta, por las mujeres piadosas y decentes con sus caras mezquinas cansadas, amargadas y perversas.
Gracias por las pegatinas que pongan -Matar un maricón en nombre de Cristo-.
Gracias por el sida de laboratorio.
Gracias por la prohibición y la guerra contra la droga.
Gracias por un país donde a nadie se le permite hacer lo que quiere.
Gracias por una nación de chivatos.
Oh sí gracias por todos los recuerdos, va enséñame los brazos, siempre has sido un estorbo y siempre has sido un pesado.
Gracias por haber traicionado de esta forma el último y más importante de los sueños humanos. "

William Burroughs

Noche Negra

Tienes que hacerte responsable de tus propias inacciones
Paralizada
Podrida
Sin opinión, sin visión, sin lucidez
Encerrada dentro de mis propios límites. Quiero explotar
¿Dónde está el botón?

domingo, mayo 06, 2007

Promesas incumplidas


Me felicito. Sigo siendo la misma de toda la vida y para variar la pizarra está vacía, como el diario, como mis cuadernos, como mis blogs...¿como mi mente?

Me temo que sí.

Yo le pongo buenas intenciones, pero si fuera creyente diría que el Señor me dotó de poca voluntad, mira qué fácil lo tienen éstos que le pueden echar la culpa a otro de las carencias propias.

Mi mente es como una lavadora escacharrá, da vueltas y vueltas pero los trapos siguen sucios y además nunca los saco de ahí, cosa que no es muy sana, así que a partir de hoy por ejemplo

Prometo No Prometer Nada

La mejor táctica es no esperar nada de uno mismo

No sirve de nada
Pero no da estrés, que es algo que está mu de moda en estos días

miércoles, agosto 09, 2006

Pozo nº 13


Con estas escuetas líneas queda inaugurado este rincón
en el que espero vomitar algo que merezca la pena ser leído
y, sobre todo, pensado.
Será como sacar la basura a la calle
y espero tener algo que contar.

Hasta entonces.