jueves, enero 17, 2008

Escaparate

Hoy voy a permitirme un poco de ejercicio autocompasivo y a lamerme las heridas un ratito (si no, ¿para qué coño colgué este blog?); son las tres de la mañana y aún siento una bola de hierro en el pecho, tengo la impresión de no tener fuerza en los brazos, los músculos de mi cara no tienen ganas de moverse, quieren adoptar una actitud de esfinge pero la verdad es que me siento vulnerable, pobre, vacía, plana, incapaz y triste (yaa, ya sé que me pongo muy dramática, que no es pa tanto, pero ¿qué dije al principio?).

Esta noche, y tal vez desde hace algunos días (pero hoy lo noto con especial fuerza), tengo una maraña de emociones no declarada hecha con un poco de todo, y ninguna es agradable. Supongo que es así como se siente una cuando algo que te importa no sale como te gustaría que llegara a ser.

Nunca, nunca había tenido esta sensación antes.

Antes no me importaba un carajo lo que hacía, y todo resbalaba por la película de indiferencia con la que asistía a mi propia existencia, lo miraba todo con una cierta distancia, como a través de un escaparate; cada uno defiende su maltrecho corazón como puede. A veces, me descubro otra vez escurriendo el bulto por las esquinas, con la puñetera máscara puesta en la cara y en la conciencia para no ver lo que va mal en mí, otras, al más puro estilo escarlataohara-miraparaotrolado-y-piénsalomañana; pero alguna vez topa uno con su propio estercolero mental y emocional y, tarde o temprano, te embarga.

Hoy pongo el corazón, y me duele. Mañana será otro día, pero esta noche estoy en el agujero, y al final casi que siento una sádica alegría de experimentar esto, no es cómodo y no sé cómo, pero espero que esto me ayudará a crecer, a conocerme, a superarme y sobre todo y aunque no consiga nada sopesable, a luchar; para luchar tiene que haber adversidad.
Supongo que también intento racionalmente procesar y quitarle importancia al hecho porque sé que no tiene entidad como para generar angustia, sería vergonzoso reconocer esto frente a los problemas "reales". Pero los sentimientos son caprichosos, y no entienden de escalas de valores, y estas pequeñas cosas también forman parte y alteran mi mundo, y sintiéndolo mucho, mi estado de ánimo. Y mejor será reconocerlo que aplicar cubitos de hielo para insensibilizar la zona. He dicho y resumiendo: ESTOY JODIDA CONMIGO MISMA.

No hay comentarios: