jueves, octubre 03, 2013
Deriva
jueves, mayo 16, 2013
Muchos acontecimientos pero lo mismo palpitando dentro, falta de...
Me rehuyo en los procedimientos, me escapo quemando el tiempo en las teclas que no dicen nada, en los lápices que no se gastan nunca, en los bolígrafos que siguen su deriva de bolsillo en bolsillo sin dejar huellas..agua que no desemboca.
domingo, diciembre 13, 2009
lunes, octubre 05, 2009
domingo, julio 12, 2009
DESAYUNO
Me pasa algo un tanto curioso con el desayuno, digo un tanto curioso porque es una forma recurrente de iniciar un escrito, también podría haber dicho un tanto estúpido o un tanto obvio o no decir tanto, que ya de por sí reúne todas estas cualidades. A lo que iba: Desayuno. Me pasa algo con la idea de desayuno. Creo que es una de las representaciones ideales que más placer me producen, alguien dice “desayuno”, y más rápido que inmediatamente mi cerebro me lanza una imagen rodeada de sensaciones agradables que me hacen sentirlo como una experiencia maravillosa, completa e inalterable. Un momento de éxtasis...pero nunca he disfrutado de un desayuno tal y como me lo imagino. De hecho, nunca he apreciado ese momento especialmente, nunca me he parado a pensar de qué elementos está compuesta esa imagen ciega que se reproduce en mi interior y, por tanto, nunca me he preparado uno así.
En el desayuno de mi imaginación hay zumo de naranja, que nunca me he tomado para desayunar, y también hay un mantel blanco y una tetera blanca y más vajilla, aunque ya no sé decir cuál, puedo suponer cuál es, pero no afirmar con certeza que es éso lo que “veo””; el fondo del cuadro es una difuminada vidriera que deja que se vea el prado con un verde traspasado de luz.
Supongo que he visto muchos anuncios.
Supongo que mi imaginación no da mucho de sí.
Pero creo que lo que realmente genera en mí esta impresión sugestiva es que todo ocurre en un nanosegundo, TODO, y cuando sucede en el mundo real, que desayuno, mi desayuno ideal acusa los accidentes del tiempo, pasan los segundos y las tostadas se enfrían, la mantequilla te pringa los dedos, el café no tiene suficiente azúcar y el tiempo sigue pasando y alterándolo todo... mi ansia inconsciente por reproducir el deleite que mi mente tiene registrado como auténtico placer del desayuno no me deja disfrutar del desayuno real, así que la fantasía que persigo no se basa en la experiencia, esta situación de desayuno frustrado me ocurre todos los días desde que tengo uso de razón y tiempo para desayunar y, sin embargo, oigo la palabra desayuno y mi imaginación empieza a volar otra vez, incansable...
domingo, junio 07, 2009
martes, abril 28, 2009
warum, warum...
lunes, abril 27, 2009

Me acuerdo ahora de que en el instituto hicimos una noche un pasaje del terror.
Queríamos sacar dinero para ir de viaje de fin de estudios y era la moda, acababan de poner en el Tívoli el pasaje del terror y para unos chavales de 13 años esto era la novedad del año.
Nos salió un recorrido muy guapo, con todos los personajes de película de los 80 y los que se nos ocurrieron, cerdos, deformes y hasta un cristo que se arrancaba de la cruz. Sobre la mesa del profe pusimos a la niña de El Exorcista y todo el pasillo lo forramos con bolsas de basura.
Recuerdo que queríamos hacer un cerdo de verdad pero como no había mucho presupuesto por no decir ninguno, me fui a la carnicería de mi barrio y Ani la carnicera me trajo del matadero la cara de un cerdo. Al principio ni me atreví a tocarla directamente, era una densa capa de carne real, con su cogote, las orejas, los huecos de las cuencas de los ojos, el hocico, la boca. Estuvimos pensando qué hacer con ella, colgada no hacía mucho efecto, la gente iba tan atropellada que ni siquiera reparaba en la imagen de esa cara colgada. Probando, probando, se nos quitó el asco y la careta comenzó a rodar de mano en mano, hasta que concluimos que lo mejor era ponérsela...una cara sobre una cara, esa carne roja muerta cubriéndote...
sábado, abril 25, 2009
viernes, abril 24, 2009
viernes, octubre 31, 2008
lunes, agosto 25, 2008
martes, agosto 05, 2008
miércoles, mayo 28, 2008
martes, abril 08, 2008
LESIONES INCOMPATIBLES CON LA VIDA Angelica Liddell
miércoles, marzo 12, 2008
miércoles, enero 30, 2008
Construção - Chico Buarque, 1971
Amó aquella vez como si fuese última,
Besó a su mujer como si fuese última,Y a cada hijo suyo cual si fuese el único,
Y atravesó la calle con su paso tímido.
Subió a la construcción como si fuese máquina,
Alzó en el balcón cuatro paredes sólidas,
Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico,
Sus ojos embotados de cemento y lágrima.
Sentóse a descansar como si fuese sábado,
Comió su pobre arroz como si fuese un príncipe,
Bebió y sollozó como si fuese un náufrago,
Danzó y se rió como si oyese música
Y tropezó en el cielo con su paso alcohólico.
Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro,
y terminó en el suelo como un bulto fláccido,
Agonizó en el medio del paseo público.
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito.
Amó aquella vez como si fuese el último,
Besó a su mujer como si fuese única,
Y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo,
Y atravesó la calle con su paso alcohólico.
Subió a la construcción como si fuese sólida,
Alzó en el balcón cuatro paredes mágicas,
Ladrillo con ladrillo en un diseño lógico,
Sus ojos embotados de cemento y tránsito.
Sentóse a descansar como si fuese un príncipe,
Comió frijoles con arroz como si fuese el máximo,
Bebió y sollozó como si fuese máquina,
Danzó y se rió como si fuese el próximo
Y tropezó en el cielo cual si oyese música.
Y flotó por el aire cual si fuese sábado,
Y terminó en el suelo como un bulto tímido,
Agonizó en el medio del paseo náufrago.
Murió a contramano entorpeciendo el público.
Amó aquella vez como si fuese máquina,
Besó a su mujer como si fuese lógico,
Alzó en el balcón cuatro paredes fláccidas,
Sentóse a descansar como si fuese un pájaro,
Y flotó en el aire cual si fuese un príncipe,
Y terminó en el suelo como un bulto alcohólico.
Murió a contramano entorpeciendo el sábado.
Por ese pan de comer, por ese suelo para dormir.
Un registro para nacer y un permiso para reír.
Por dejarme respirar y por dejarme existir.
Dios le pague.
Por esa grapa de gracia que tenemos que beber.
Por ese humo y la desgracia que tenemos que toser.
Por los andamios de gente para subir y caer.
Dios le pague.
Por esa arpía que un día nos va a adular y escupir.
Y por las moscas y besos que nos vendrán a cubrir.
Y por la calma postrera que al fin nos va a redimir.
Dios le pague
miércoles, enero 23, 2008
LA HUELLA

domingo, enero 20, 2008
jueves, enero 17, 2008
Escaparate
martes, enero 08, 2008
Hope There´s Someone

Cuando muera, cuando me vaya
Espero que haya alguien que libere mi corazón
Que le guste sostenerlo cuando esté cansado
Hay un fantasma en el horizonte
Cuando me vaya a la cama
¿Cómo podré dormir al llegar la noche?
¿Cómo descansará mi cabeza?
Oh, estoy espantado del lugar que hay
Justo entre la luz y ninguna parte
No quiero ser el elegido
Allí abandonado, allí abandonado
Hay un hombre en el horizonte
Que desea que me acueste
Si sucumbo a sus pies esta noche
Permitirá que descanse mi cableza
Así que hay una esperanza de que no me asfixie
O de que quede paralizado por la luz
Y como un regalo caído del cielo, no quiero irme
Al final del horizonte.
Espero que haya alguien que cuide de mi
Cuando yo muera, cuando yo parta
Espero que haya alguien que libere mi corazón
Y que me abrace cuando esté cansado…
domingo, diciembre 09, 2007

jueves, noviembre 15, 2007
domingo, octubre 07, 2007
Parálisis Permanente

El sonido de la calle llega amortiguado y en la habitación pesa una atmósfera fabricada de humo, basura y mi olor corporal envasado desde hace setenta y dos horas en ella. Tengo la sensación de estar en una pecera.
No ha llamado nadie.
No ha venido nadie.
No tengo ganas de que aparezca nadie.
El único motivo que me impulsa a moverme del sillón es la visita al cuarto de baño, ineludible.El tiempo pasa igual que el sonido de un proyector de películas, clac-clac-clac-clac…no parece que vaya a terminar nunca de pasar-no-avanzar así, monótono, uniforme y tan uniforme que no importan cinco minutos más iguales a los anteriores. Nada indica que sea otro momento distinto, he vivido todo este tiempo el mismo momento resbalándose entre las horas, sólo han cambiado las imágenes de la tele y esa variación es lo que hace que todo sea igual que hace un rato, igual que el rato siguiente.
La televisión encendida atrae mi mirada como un imán, no puedo fijar la vista en otro punto y, mientras tanto, pienso que no pienso en nada, las ideas discurren aletargadas, diluidas y vacías como pompas, como los colorines que salen de la tele y aparecen y desaparecen en las paredes del salón. No ha pasado nada en mi vida que me haya llevado a quedarme aquí, precisamente eso, nada pasa en mi vida que me impulse a ir a otra parte, a salir de este salón.
Podría hacer algo, A-L-G-O. Y ése es otro problema, porque si realmente quisiera hacer algo, no pensaría en ello sino que querría hacer algo concreto, es más lo estaría haciendo, que ya no hacer algo es por eso ALGO. Así que he llegado a la conclusión de que me estoy mintiendo y que estaré aquí cinco minutos más, y luego otros cinco y así hasta que surja en mí alguna iniciativa que venza mi actual apatía…aunque aún no sé a favor de cuál me decantaré; al final yo decido pero ¿y si no lo hago?¿Seguiré aquí, tirada en el sillón o me levantaré como un resorte para hacer lo que se me ocurra?
No quiero pensar en por qué optaré entonces, quiero escoger sin pensar, instintivamente, por eso sigo en este estado vegetativo mirando la televisión e intentando dejar la mente en blanco sin que se crucen siquiera pensamientos tan fútiles como éstos. Como un lama deja en suspenso su espíritu y voluntad en los paisajes del Tibet, yo me abandono a los bucólicos anuncios de compresas, a los filmes basados en historias reales y rodados en zona residencial americana, a las pupilas giratorias de Marujita y las echadoras de cartas rubias oxigenadas de la cadena local.
Todos me hipnotizan.
Todos me importan un bledo.
Encima de la mesa hay un revoltijo de envoltorios de plástico, restos de comida, vasos con posos resecos de café y colillas amontonadas en un cenicero donde ya no se ve la frase “Recuerdo de Galicia”; sobre este panorama una chica con dientes de un blanco imposible me recomienda una pasta dentrífica desde la pantalla de la tele. Deben ser alrededor de las seis, está comenzando una película del oeste y eso sí que no, aunque cuando enciendo este maldito aparato ya soy incapaz de apagarlo y me comporto como una autómata, no soporto las historias de indios y vaqueros; cambio de cadena, anuncios, esto ya está mejor, programa de “actualidad”: sucesos escabrosos, crónica del corazón, moda y testimonios de gente desconocida.
Me pregunto qué hago yo aquí, delante de la tele, dejando pasar las horas indolentemente, escuchando la vida de otros y sin hacer nada por la mía…
martes, octubre 02, 2007

martes, julio 31, 2007
TABAQUERÍA

Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones del mundo que nadie sabe quién es
(Y si supieran quién es, qué sabrían?),
De ahí para el misterio de una calle cruzada constántemente por gente,
Para una calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposíblemente real, cierta, desconocídamente cierta,
Con el misterio de las cosas por debajo de las piedras y de los seres,
Con la muerte por la humedad en las paredes y pelos blancos en los hombres,
Con el Destino conduciendo la carroza de todo por la avenida de nada.
Estoy hoy vencido, como si supiera la verdad.
Estoy hoy lúcido, como si estuviera para morir,
Y no tuviese más hermandad con las cosas
Que una despedida, tornándose esta casa y este lado de la calle
La hilera de vagones de un convoy, y una partida silbada
De dentro de mí cabeza,
Y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos en la ida.
Estoy hoy perplejo, como quien pensó y creyó y olvidó.
Estoy hoy dividido entre la lealtad que debo
A la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
Y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
Fallé en todo.
Como no hice propósito ninguno, tal vez todo fuera nada.
El aprendizaje que me dieron,
Descendí de ella por la ventana de los fondos de la casa.
Fui hasta el campo con grandes propósitos.
Pero solo encontré allí hierbas y árboles,
Y cuando había gente era igual a la otra.
Dejo la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?
¿Qué se yo de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? ¡Pero pienso tanta cosa!
Y hay tantos que piensan ser la misma cosa que no puede haber tantos!
¿Genio? En este momento
Cien mil cerebros se conciben en sueño genios como yo,
Y la historia no marcará, quién sabe?, ni uno,
Ni quedará más que estiercol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay enfermos locos con tantas certezas!
Yo, que no tengo ninguna certeza, ¿soy más cierto o menos cierto?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no-buhardillas del mundo
No hay en este momento genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas -
Sí, verdaréramente altas y nobles y lúcidas -,
Y quién sabe si realizables,
Nunca verán la luz del sol real ni hallarán oidos de gente?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
Y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado mas que Napoleón.
He abrazado a un pecho hipotético más humanidades que Cristo,
He hecho en secreto filosofías que ningún Kant escribió.
Mas soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
Aunque no viva en ella;
Seré siempre el que no nació para eso;
Seré siempre sólo el que tenía cualidades;
Seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta,
Y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
Y oyó la voz de Dios en un pozo ciego.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Que me derrame la Naturaleza sobre la cabeza ardiente
Su sol, su lluvia, el viento que me descubre el cabello,
Y el resto que venga si viene, o tenga que venir, o no venga
Esclavos cardíacos de las estrellas,
Conquistamos todo el mundo antes de levantarnos de la cama;
Pero nos despertamos y es opaco,
Nos levantamos y es ajeno,
Salimos de casa y es la tierra entera,
Más el sistema solar y la Via Láctea y el Infinito.
(Come chocolates, niña;
Come chocolates!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que los chocolates.
Mira que las religiones todas no enseñan más que la confitería.
¡Come, niña sucia, come!
Si yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso y, al quitar el papel de plata, que es de hojas de estaño,
Dejo todo por el suelo, como hube dejado la vida.)
Pero al menos queda de la amargura de lo que nunca seré
La caligrafia rapida de estos versos,
Pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero al menos consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
Noble al menos en el amplio gesto con el que lanzo
La ropa sucia que soy, sin lista, hacia el transcurrir de las cosas,
Y quedo en casa sin camisa.
(Tú que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
O diosa griega, concebida como estatua viviente,
O patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
O princesa de trovadores, gentilisima y colorida,
O marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
O célebre cocotte del tiempo de nuestros padres,
O no sé qué moderno - no concibo bien qué -
Todo eso, sea lo que fuere, que seas, si puede inspirar que inspire!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco
A mí mismo y no encuentro nada.
Llego a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las veredas, veo los coches que pasan,
Veo los seres vivos vestidos que se cruzan,
Veo los perros que también existen,
Y todo esto me pesa como una condena al destierro,
Y todo esto es extranjero, como todo.)
Viví, estudié, amé y hasta creí,
Y hoy no hay mendigo al que no envidie solo por no ser yo.
Miro a cada uno de los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca vivieras ni estudiaras ni amases ni creyeras
(Porque es posible hacer la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
Tal vez hayas existido apenas, como un lagarto a quien cortan la cola
Y que es cola más acá del lagarto agitadamente.
Hice de mí lo que nosupe,
Y lo que podía hacer de mí no lo hice.
Vestí un disfraz equivocado.
Pronto me tomaron por quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise sacar la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando me la quité y me vi al espejo,
Ya había envejecido.
Estaba borracho, ya no sabía vestir el disfraz que no me había quitado.
Tiré lejos la máscara y dormí en el vestuario
Como un perro tolerado por la gerencia
Por ser inofensivo
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.
Esencia musical de mis versos inútiles,
Quién me concediera encontrarte como algo que yo hiciese,
Y no quedase siempre frente a la Tabaquería de enfrente,
Calzando la conciencia de estar exisitendo,
Como una alfombra con la que un borracho tropieza
O un felpudo que los gitanos robaron y no valia nada.
Pero el Dueño de la Tabaquería llegó a la puerta y se quedó en la puerta.
Lo miró con la incomodidad de la cabeza mal girada
Y con la incomididad del alma mal-entendiendo.
Él morirá o yo moriré.
Él dejará el letrero, yo dejaré los versos.
A cierta altura morirá el letrero también, y los versos también.
Después de un tiempo morirá la calle donde estuvo el letrero,
Y la lengua en que fueran escritos los versos.
Morirá después el planeta girante en que todo esto ocurrió.
En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como gente
Continuará hacienco cosas como versos y viviendo por bajo de cosas como letreros,
Siempre una cosa frente a la otra,
Siempre una cosa tan inútil como la otra,
Siempre el imposible tan estúpido como lo real,
Siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño de misterio de la superficie,
Siempre esto o siempre lo otro o ni lo uno ni lo otro.
Pero un hombre entró en la Tabaquería (¿a comprar tabaco?),
Y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me enderezo a medias, enérgico, convencido, humano,
Y voy a intentar escribir estos versos en que digo lo contrario.
Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
Y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos.
Sigo el humo como una ruta propia,
Y disfruto, en un momento sensible y adecuado,
La liberación de todas las especulaciones
Y la consciencia de que la metafísica es una consecuencia de estar malhumorado.
Después me echo hacia atrás en la silla
Y sigo fumando.
Mientras el Destino me lo conceda, continuaré fumando.
(Si me casara con la hija de mi lavandera
Tal vez fuera feliz.)
Visto esto, me levanto de la silla. Voy a la ventana.
El hombre salió de la Tabaquería(¿guardando el cambio en el bolsillo del pantalón?).
Ah, lo conozco, es Estevez sin metafísica.
(El Dueño de la Tabaquería salió a la puerta.)
Como por un instinto divino Estevez se dio vuelta y me vio.
Me señó adiós, le grité Adios Oh Estevez!, y el universo
Se me renconstruyó sin ideal ni esperanza, y el Dueño de la Tabaquería sonrió.
Álvaro de Campos 15-1-1928
martes, junio 26, 2007
domingo, junio 10, 2007
El contraste del exterior con la potente y aséptica luz del autocar crea la extraña sensación de viajar dentro de una nevera, en un escaparate volante. Cierro los ojos y dos estelas amarillas fosforescentes me persiguen en la oscuridad de mis párpados.
Un rugiente vacío anega mi ánimo, me dejo llevar por la renqueante marcha del autobús, el mismo recorrido, el mismo silencio ahogado de almas solitarias deseando tocarse…
martes, mayo 29, 2007
domingo, mayo 27, 2007
Día de Acción de Gracias. 28 de noviembre de 1986, de Vía Muerta

Noche Negra
domingo, mayo 06, 2007
Promesas incumplidas
